galeria de los oficios sala 66 de raffaello
En esta sala dedicada casi exclusivamente a Raffaello Sanzio el recorrido se desarrolla en varios retratos y pinturas con el tema del sagrado.
Alumno del Perugino, su alejamiento del maestro se nota desde las primeras obras juveniles como el Retrato de hombre con una manzana (Ritratto di uomo con pomo) y el Retrato de Elisabetta Gonzaga (Ritratto di Elisabetta Gonzaga).
Su actividad en Florencia durante los primeros años del ‘500 fue bastante amplia y entre las otras obras realizó varios retratos, como el Retrato viril. De estos años es también el Retrato de Guidobaldo de Montefeltro (Ritratto di Guidobaldo da Montefeltro) en donde se distinguen los trazos típicos de Raffaello: la elevada humanidad del personaje según los cánones renacentistas de la perfección divina.
Entre los sujetos sagrados tenemos a San Juan Bautista (San Giovanni Battista) y la famosísima Virgen del jilguero (Madonna del cardellino) ya expuesta en la Tribuna de los Uffizi en 1704. Ésta resume los influjos de Leonardo con la postura y la técnica sombreada, y los de Miguel Ángel en su composición piramidal. Aquí Raffaello realiza un ambiente abstracto y tranquilo enseñando como la revelación del divino se manifiesta en la naturaleza.
Encontramos también el Autorretrato (Autoritratto) donde, según la tradición, el sujeto interesado mira directamente al espectador pero la torsión del busto es original y crea un efecto más bien dinámico.
En el Retrato de Julio II (Ritratto di Giulio II), segunda versión de la obra guardada en la National Gallery de Londres, el artista renovó la tradición de los retratos oficiales en los que el papa estaba representado de frente o de perfil con una impostación impersonal y hierática dibujándolo, en cambio, de medio cuerpo y con un punto de vista desde lo alto y en diagonal, eliminando la barrera entre el sujeto y el observador. Este tipo de solución se transformó en un modelo que se encuentra también en el Retrato del papa León X con los cardenales Julio de Médicis y Luis de Rossi (Ritratto di papa Leone X con i cardinali Giulio de’Medici e Luigi de’ Rossi). Fue también muy impactante la representación íntima del estado de ánimo del papa durante un momento de reflexión.